Dina deja atrás la mala vida que le daba su verdugo, uno de esos cazadores de la España profunda que, el único favor que le hizo fue cedérnosla porque ya no le servía.. Nuestra princesa por fin conoce lo que es un hogar, y nunca jamás será utilizada como si fuera un objeto al que no le late el corazón. Sé todo lo feliz que quieras ser, pequeña, el tiempo que has pasado en el refugio, ha sido suficiente para que te lleves un pedacito de cada uno de nosotros. Te echaremos de menos Dina!
Finales Felices