Felipe ha tenido una vida pésima, estuvo abandonado durante mucho tiempo, mucha gente le hacía fotos, pero nadie le daba una oportunidad. Lo rescatamos, le buscamos la que parecía la mejor de las familias y a los 4 meses lo «devolvió» porque se marchaba a otra vivienda. Felipe ha sido nuestra gran preocupación muchas noches, demasiado mestizo, demasiado grande, demasiado perro para tan poca humanidad. Finalmente ha tenido que viajar a Alemania donde ahora si que tendrá TODO lo que merece. Tenemos tanto que agradecer a nuestros adoptantes de allí, siempre adoptan desde el corazón y con el único deseo de ayudar, y eso en tiempos como los que corren ahora es prácticamente un milagro. Felipe, corazón, nos ha costado, pero una promesa es una promesa. Sé muy feliz, eres un ser lleno de bondad y magia.
Finales Felices