Lena deja atrás el perverso mundo de la caza. Ahora disfruta de una familia de ensueño y de esas siestas improvisadas de las que uno goza dónde y con quién quiere. Detrás de esta foto hay mucho trabajo, nos ha costado pequeña carita de lápiz, pero lo conseguimos, lo conseguiste. Ahora ya solo queda una cosa, y no por ello menos importante: ser feliz. Te vamos a echar mucho de menos.